Si quieres la paz, prepara la guerra contra la procesionaria

Un sistema de trampas para la procesionaria se aplicará esta temporada en algunos municipios de la Toscana (Italia). El sistema no produce ningún daño a la planta.


La proliferación de este insecto en los últimos años en algunos municipios toscanos ha desencadenado la aplicación de nuevos métodos de lucha contra la procesionaria que se aplicarán por primera vez en la Toscana en los municipios de la comarca de Val di Pesa, según informa el asesor de Medio Ambiente Marco Rustioni al diario Firenze Today.

El problema de la procesionaria está presenta en amplias zonas tanto forestales como urbanas. Cuando el problema lo tenemos en las áreas urbanas asistimos no sólo al daño sobre los árboles sino también al malestar que puede provocar en las personas por su acción urticante que en algunos casos puede resultar alérgica.

Foto: Isaac Sanz

Se trata de un sistema de trampas que se instala directamente en los troncos de los árboles afectados con nidos de procesionaria que impide el descenso al suelo de las orugas. Este sistema ya ha estado en fase de prueba en algunas áreas públicas de la comarca y ya se está comercializando por parte de algunas marcas. De esta forma, esta herramienta se une a la eliminación mecánica de los nidos presentes en los árboles infestados que ya se venía realizando con anterioridad. 

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Las trampas se instalarán en diferentes áreas verdes de municipios en la comarca de Val di Pesa y servirán para interceptar las procesiones en el momento en que descienden hacia el suelo, deteniéndolas mediante sistemas de bloqueo diferentes. En algunos casos, son collares específicos que no dañan a la planta insertados en un anillo entorno al tronco y en otros casos, se colocarán grandes sacos adecuados para recoger las orugas. Las bolsas contienen muestras de suelo para simular la tendencia naturales de la procesionaria a enterrarse.

Existen numerosos proyectos de investigación dedicados a la lucha contra las plagas de procesionaria. Uno de ellos, que me ha llamado especialmente la atención, es el proyecto Life+ PISA. En él trabajan diferentes organismos de toda Europa colaborando conjuntamente en el diseño y desarrollo de trampas con el mínimo efecto visual y afección al resto de vida, así como la optimización a la hora de montar y desmontar las trampas.

El control químico de estos insectos se considera que es caro y perjudicial para el ambiente medio. Los objetivos principales de LIFE PISA son mejorar los métodos de control de estos insectos con el diseño y la evaluación de trampas de feromonas respetuosas con el medio ambiente y también controlarlos evaluar la efectividad de la interrupción de apareamiento de los dos sexos para reducir la población de insectos En áreas recreativas, urbanas y suburbanas.

En los últimos años, las temperaturas anormalmente altas del otoño y el invierno, favorecieron que sobrevivieran muchas más orugas de los habitual, produciendo defoliaciones extensas e intensas en los árboles. Cuando las orugas ya han completado su desarrollo a base de las acículas de los pinos, comienzan a bajar de los árboles en procesión. Esto suele ocurrir a finales de invierno, aunque depende de la zona.

Por eso, el momento de actuación para reducir las poblaciones de procesionaria y prevenir sus daños en las zonas verdes urbanas es en estos días, antes de que sea demasiado tarde y las orugas puedan completar su ciclo y se sufran las consecuencias la próxima temporada.


Autor: Isaac Sanz

Foto principal: Isaac Sanz.

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